Una Web no deja de ser una herramienta, como un martillo, unas tenazas o un destornillador. ¿Qué ocurre si compramos un martillo y nos sentamos a mirar que pasa? no ocurrirá nada, si no se dan martillazos no ocurrirá nada. Lo mismo pasa con las Web, muchas empresas las contratan y esperan impacientes a que lleguen miles de clientes deseosos de comprar. La creación de una Web es sólo el primer paso, después hay que trabajar el posicionamiento, mantener unos contenidos de calidad, estudiar las Webs de la competencia, así como todas aquellas acciones que nos permitan llegar a nuestros objetivos.
Sigamos con el simil de las herramientas. Cuando una persona desea adquirir un vehículo para su empresa, busca en el mercado aquel que cumpla con sus necesidades: capacidad, consumo, velocidad, etc. ¿Ocurre lo mismo cuando quieren adquirir una Web? No siempre. Y esto es un problema, ya que si no se tiene claro lo que se necesita, lo más normal es que no se alcancen los objetivos previstos.
A modo de simil, he mostrado alguno de los problemas por los que muchas empresas fracasan en su intento de dar el salto a la WEB, pero hay más. Algunos de ellos son:
- Falta de profesionalidad. Muchas personas de baja cualificación se dedican al diseño y desarrollo de aplicaciones Web. Muchas empresas, buscando precios económicos, dejan la imagen de su empresa en manos de personas poco profesionales. Si un cliente potencial accede a una Web con fallos, lo más normal es que recele de la calidad de los productos que se ofrecen, y se vaya.
- Productos y/o servicios de baja calidad. Si los productos y/o servicios que se ofrecen no son competitivos, lo más normal es que una buena aplicación sirva de poco.
Internet puede hacer grande a una empresa pequeña, pero también puede hacer pequeña a una empresa grande.Hemos hablado sobre las principales causas del fracaso de una Web y de sus posibles consecuencias. Ahora daremos algunas claves para tener éxito en la Web:
Ofertar productos y/o servicios competitivos
Esto es lo principal. Si no se ofrecen productos y/o servicios competitivos todo lo demás no importa. En ningún ámbito la competencia es tan brutal como en Internet. Si un cliente accede a una Web y no encuentra lo que busca en pocos segundo se irá, la competencia está a un sólo clic.
Contar con un equipo multidisciplinar
En el desarrollo de una Web suelen intervenir programadores y diseñadores gráficos. Estos dos perfiles son suficientes para crear una Web de calidad. Pero Web debe vender, de nada sirve una aplicación expectacular si no tiene la capacidad de captar y estimular a los clientes. Por ello, es fundamental la participación de una persona con conocimientos de marketing. Además, el propio cliente debe participar activamente en el desarrollo, porque es el que mejor conoce sus productos y el entorno donde se mueve su empresa.
Ser pacientes
A menos que se lance una campaña fuerte de promoción, los resultados pueden tardar meses en llegar. No por ello, hay que dejar de trabajar el contenido, la promoción y el posicionamiento. No hay nada que de peor imagen que un contenido desactualizado.